jueves, 6 de octubre de 2011
miércoles, 22 de junio de 2011
Crítica al discurso jurídico penal de los Derechos Humanos - Mariano Gutierrez
Mariano Gutiérrez, abogado y Master en Criminología investigador en el Instituto Gino Germani y autor de numerosas publicaciones referidas a derechos y sistema penal, disertó el pasado 6 y 7 junio en la cárcel de San Martin y MD1 en Bouwer en el marco del Seminario de DDHH. Dijo:
El neoliberalismo a nivel cultural, fue sobretodo un rescate del individuo en contra del Estado (…) Estamos viviendo hoy las consecuencia con un desarrollo de procesos culturales más originarios de la periferia que de los contextos centrales, lo cual ya es una novedad y un cuestionamiento a ese proceso de neoliberalismo (…) Necesitamos encontrar un relato, una salida a la tensión entre el discurso jurídico liberal y la institución disciplinaria para acompañar un cambio cultural al asumir que hay una continuidad entre los derechos individuales, civiles y políticos y los derechos colectivos, o derechos económicos, sociales y culturales. La salida implica no volver al repliegue institucional, ni al discurso resocializador duro, ni a la crítica jurídica vacía, sino darle voz a otra parte de la gestión gubernamental, que es el discurso del gobierno. La palabra gobierno, de raíz innegablemente liberal, pero no necesariamente individualista, implica la gestión de un grupo humano en general, como la sociedad o la población civil; su conducción, pero a la vez su responsabilización por su suerte.
La cárcel atraviesa la marginalidad
Establecer un afuera y un adentro de la cárcel en la persona que está, es una producción muy artificiosa. Los dos sabemos, tanto los juristas, como los penitenciarios, que en el fondo hay una misma corriente cultural que va y viene desde afuera hacia adentro de las cárceles. Es decir, los entornos de marginalidad extrema, están atravesados por la presencia de la cárcel, aunque la cárcel no este ahí. Son entornos carcelarios, porque gran parte de los conocidos o familiares ha tenido experiencias penitenciarias. Y porque hay una llegada de la cultura penitenciaria hacia el entorno social.
Construir una lógica de matriz liberal no individualista
Para que se constituya un sujeto libre y racional verdaderamente, un sujeto autónomo, debemos tener primero garantizados procesos de producción de subjetividad, cuyo correlato jurídico son los derechos económicos, sociales y culturales. Es decir, un sujeto libre, requiere primero de trabajo, salud y educación para poder ser libre. Esta es una lógica liberal, pero no de matriz liberal individualista pues tiene que ver con la idea de gobierno. Y creo que es bastante ajena, pero no antagónica al saber disciplinario tradicional, que históricamente ha funcionado y mantenido el funcionamiento de las cárceles. Creo que no antagónica, porque si el Estado ralamente toma estos derechos fundamentales como universales, debe garantizarlos adentro y afuera de las cárceles.
Para acceder a la desgrabación de la conferencia en el establecimiento Penitenciario N°2 presiona Aquí
Para acceder a la desgrabación de la conferencia en el establecimiento Penitenciario N°2 presiona Aquí
miércoles, 1 de junio de 2011
Conversación con Gianni Tognoni
Entre las muchas actividades que desarrolla cuando está entre nosotros, sosteniendo encuentros de trabajo con docentes, estudiantes, promotores de salud, miembros de la salud pública de Córdoba, en talleres y conferencias, en ocasión de su última visita estuvimos compartiendo en el Observatorio miradas, acciones y posibilidades desde su generosidad intelectual y su indiscutible conocimiento de la cuestión de epidemiología comunitaria.
Uno de los temas centrales fue el debate siempre actual de la figura del ciudadano en un país democrático que en estos tiempos se construye en la fluidez, con escasos datos pertinentes a los reales problemas.
Es imprescindible reconocer que todos los ciudadanos son ciudadanos con derechos a la salud, a la educación, a la alimentación como derechos a la vida. En sus términos, “la salud es la vida normal de la vida”.
Al respecto de los derechos de ciudadanía, la pregunta que se impone es: qué se define como universal, y para esto es curioso, destaca Tognoni, que no existen datos precisos que expliquen de que se habla. ¿Cuántos son técnicamente los ciudadanos que tienen derechos?, pues por ejemplo, en Italia se dice que los derechos son para los ciudadanos, pero no se cuentan los inmigrantes en el sistema de salud. Es una lectura poco substancial que habla de una perfecta ausencia de datos de lo que se habla. Por otra parte, se mira de un modo fragmentario, separado lo económico, lo político y los derechos humanos.
A veces se trabaja en la denuncia pero no se establece cuales son los grados evitabilidad de la violación de los derechos humanos, con medidas de control y seguimiento. Pues si no se establecen grados de diferencias de significación en las relaciones que se producen entre los conceptos y los casos empíricos no se puede conocer el deterioro y la violación de los derechos.
Hay que trabajar para armar nuevas categorías de violencias masivas que surgen como consecuencia de los ajustes estructurales, produciendo muertes, exclusiones y graves deterioros en la vida de las comunidades. Los crímenes económicos no están considerados como crímenes de humanidad, están excluidos de la Corte Internacional. No bastan las declaraciones, pues hay cantidad de niños y niñas que mueren por falta de agua potable, que no requiere una tecnología muy desarrollada; cantidad de niños y niñas que enferman por mala alimentación y por falta de medicamentos.
Respecto de la construcción de datos que permitan ir precisando lo que se dice, hay que hacer relevamientos sin pretensiones de un registro completo, pero si se advierten casos centinelas, o nuevos casos, es importante señalar sus denominadores poblacionales pues hay algo en el tejido social que se está transformando. Es imprescindible contar con información, seria, confiable para considerar de que maneras evitar e invertir la situación. Es decir combinar indicadores como descriptores de lo que le pasa a amplios grupos de la población, lo que le pasa a la mayoría, e indicadores que cumplen la función de eventos centinela, su sola presencia es importante para indicar que existe una violación de derechos. Ambos debieran complementarse para comprender lo que está sucediendo, desde una perspectiva de la evitabilidad. Al mismo tiempo, es necesario considerar la fuente del evento centinela, con el siguiente interrogante: ¿centinela de qué? Podría estar indicando la ausencia de quien debe ser competente ante el problema que se detecta. Con la premisa de que si es evitable es exigible.
La inseguridad aumenta cuando las condiciones no están garantizadas por las instituciones, por eso es importante visibilizar los “casos” en el día a día. ¿Que cambia? ¿Las estrategias? ¿Las expectativas? En este sentido el papel de las Universidades es enorme, para enseñar – aprender, a reconocer “casos”, a medir a clasificar, a nombrar. Dado que está difundida una gran impunidad del lenguaje que produce efectos indeseables.
La seguridad es contar con todas las medidas que hagan posible evitar un problema, pues no se evita solamente con decir que habrá más seguridad sino se mejora la calidad de vida. Obligar a informar de manera adecuada, a retomar la responsabilidad de acceso a bienes comunes para la vida de todos. Tomar la palabra para construir información y producir datos que posibilite conocer los fenómenos sociales; si no se cuenta con ellos es necesario hacer preguntas que instalen el debate. Sólo “los políticos” hacen afirmaciones sin contar con informaciones serias por detrás.
La salud es el saber de todos los que son expertos de la vida y las poblaciones son expertas de la vida que ellas viven.
Los derechos son indivisibles, es un bien común que forma parte de un conjunto que hace la democracia substancial de un país, con respeto de todos y el cuidado de esos bienes comunes.
Muchas gracias una vez más Gianni Tognoni.
Córdoba, 19 de mayo de 2011.
lunes, 11 de abril de 2011
Seguridad Humana. Daniela Puebla*
En el marco de difusión de la "Seguridad Humana", un aspecto a poner en relieve en el contexto socio-cultural y político actual, es la dimensión ligada al desarrollo humano. "Seguridad Humana", indisolublemente ligada al desarrollo humano. Este último asegura una calidad de vida y condiciones que contribuyen al libre ejercicio de la ciudadanía y al pleno ejercicio de los derechos; mientras la primera contribuye a que se preserven derechos en un ambiente de paz de libertad, el concepto de Seguridad Integral o Seguridad Humana se acuña recientemente en Naciones Unidas considerándola una respuesta capaz de promover la paz, la proteccción en los derechos de las personas y de las sociedades, el respeto irrestricto de la Ley, de los Derechos Humanos y un marco necesariamente democrático.
Seguridad Humana, Política Integral y de Protección de Derechos Humanos y Fundamentales. Son distintas concepciones que ponen el acento en las personas evitando considerar a la Seguridad del Estado como un objetivo a alcanzar en sí, en desmedro de sus habitantes. Descartan la concepción de la Seguridad para unos pocos y destacan la cuestión de no circuscribirse al mero control de la criminalidad como además de respetar de mera irrestricta los Derechos Humanos de todos los habitantes.
Se considera que toda tensión, conflicto o inseguridad social, puede tener o tiene un impacto directo en la Seguridad Humana, así como lo hacen las diversas formas de explotación humana, y muchos otros fenómenos y conductas nocivas, tales como la delicuencia, la violencia o la fármacodependencia, muchas de estas amenazas están vinculadas entre sí y ninguna es suceptible de solución sencilla. Para combatirlas se necesitan acciones integrales o integradas de índole preventiva y que comprometan a todos los sectores de la sociedad en un nuevo Pacto Social. La Seguridad Humana focaliza su preocupación por la vida, la calidad de la vida, y la dignidad de las personas, no sólo en un territorio (que se defiende de extraños) sino de los habitantes; no solo de determinados sectores, sino de todos; no circuscribe a la idea de defensa, prevención y represión de la violencia, de amenazas contra las personas y sus propiedades si es que ello no se lo articula con un marco de libertad, de respeto a los DDHH, de sustentabilidad ambiental y de justicia social. Por lo cual, atender la Seguridad Humana implica tambien atender la liberación contra amenazas como el hambre, la enfermedad, la represión, la protección contra alteraciones súbitas y dolorosas contra la vida cotidiana (en el hogar, el trabajo, el barrio, los ámbitos públicos); la preocupación universal de todas las personas (ricos/pobres; niños/adultos; ciudadanos/extranjeros); considera commo interdependientes la cuestión del delito, la proliferación y tráfico de armas, el narcotrafico y las adicciones; la explotación; la desintegración social que ocasionan impacto sobre todos los habitantes. Se considera más fácil y eficaz la prevención temprana; facilitar a los seres humanos y a las comunidades el que puedan satisfacer necesidades básicas y realizar su dignidad personal, su seguridad, su creatividad y así poder reducir condiciones de extrema pobreza, violencia, enajenación y marginación. Por su parte la Seguridad Humana permite ejercer esas opciones en un ambiente de paz; y ello solo se logra promoviendo los DDHH, el imperio de la ley; la reducción de la criminalidad; la democratización de las relaciones; la gobernabilidad y la solución politica de los conflictos ( según versa en el Documento del Comité de Expertos de Naciones Unidas sobre Drogas y Violencia, San José de Costa Rica, 1999)
*Licenciada en Servicio Social. Mgter en Teorias Críticas del Derecho y la democracia en Iberoamérica, Universidad Internacional de Andalucía. Titular de la Catedra de Criminologia en Trabajo Social, Universidad Nacional de San Juan. Directora de la carrera de expecialización de Criminologia, Facultad de Ciencias Sociales, Universidad Nacional de San Juan.
viernes, 18 de marzo de 2011
Presentación de la revista "INTERFERENCIA: Derechos y Seguridad Humana"
El día 4 de marzo de 2011 fue presentado por el Dr. Zaffaroni, Dr. Perano y la Mgter. Puebla la revista INTERFERENCIA: Derechos y Seguridad Humana. Es una muestra mas, mencionó el Dr. Perano, del compromiso de la Universidad pública en una temática sensible como es el de la Seguridad y Los Derechos. Esta producción resulta de un trabajo colectivo que se recuesta sobre el conocimiento de profesionales destacados como Aniyar de Castro (Venezuela) ; Vera Malagutti (Brasil); Maria Cristina Mata (UNC); Mercedes Calzado (UBA); Bergalli (España); Díaz, Martin (Rio Negro); Zebeiro, Mariana (Rio Negro).
De la presentación extraemos el siguiente párrafo de Eugenio Zaffaroni :
"… Tenemos una disciplina – la criminología- que se las trae, que su historia y su genealogía no es como para invitarla a cenar todas las noches en casa. Lo cierto que, hemos participado como herederos de una criminología que fue racista, que fue legitimante de genocidios y hemos aprendido a cuidarnos de todo eso. Hemos aprendido de la tremenda capacidad de manipulación que tiene el poder sobre este curso. Pero también hemos aprendido la importancia del poder del discurso. De modo que cobrando conciencia de todo esto, en general, algo podemos hacer. Hoy la realidad de los hechos es que, al lado de esta tecnología académica que podemos, que debemos sacar a la luz pública es que tenemos que enfrentar, confrontar con una verdadera criminología mediática. Por ejemplo, en la época de las brujas, la criminología mediática sería a través de los pulpitos o de las arengas, es decir cada época hizo su propia criminología y siempre hubo una criminología mediática que por regla general se separaba más o menos de la académica..”
“ Otro ejemplo, es el tema de seguridad, la criminología mediática se construye por expertos serios por los analista que están en cualquier mesa redonda, entrevista, lo que se dé. Es una mesa redonda donde puede haber, un juez, un fiscal, un médico forense, un policía, y se les pregunta. Cada uno de ellos es un experto, cada uno de ellos desempeña bien su función, cada uno de ellos sabe de lo que habla. Y, el juez puede hablar de las dificultades que tienen los procesados, el fiscal más o menos lo mismo. El policía puede hablar de las dificultades de la investigación, de cómo necesitaría mediar su capacidad investigativa con recursos en criminalística que le hacen falta. Un médico forense podría hablar de las autopsias, etc. De repente el conductor pregunta ¿usted cree que la droga incide? Entonces, estos expertos contestan porque se sienten obligados a contestar, y cree que lo que se le está preguntando es algo que se da más o menos por presupuesto y entonces contesta sobre lo que no sabe. Lo que no sabe él, y quizás no sepa nadie, porque nadie se preocupo por investigarlo, entonces él sigue hablando de lo que no sabe con la misma soltura con la que habló de lo que sabe.”
Para acceder a la desgrabación de la conferencia, presiona aquí
Para acceder a la desgrabación de la conferencia, presiona aquí
jueves, 17 de marzo de 2011
Presentación
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhUzeBlEVoabA5B7rN-6a7y6tkUBDa8JaY0zm9d0JveagJFCc4tUhzt5M0L1Zb3PgSOaJRCPTvSPzNbumNqJxsCX_QJvcqHODXQDJz3c4VKyTXgh_AbLBpj5iMqVjCUL2cbjICPDwqD/s1600/logo+OPDDHH.gif)
El Observatorio de Practicas en DDHH es creado por Resolución Rectoral en diciembre de 2010, como resultado de la iniciativa de participantes de los programas de la Secretaría de Extensión Universitaria. Es un instrumento clave para procesar datos y producir indicadores, cuantitativos como cualitativos, que posibiliten comparar estándares internacionales para formar opinión de los gobiernos y de la sociedad civil.
La promoción y protección de los Derechos Humanos es un esfuerzo y desafío comprometido de la universidad pública en orden a impulsar saberes y conocimientos, mediante herramientas confiables y participativas.
Las áreas de acción del Observatorio ponen de relieve temáticas singulares: identidad sexual y de género, infancia y juventud, salud, trabajo, contextos de encierro, cultura, territorialidad y ambiente donde se hace evidente particularmente en estos últimos decenios que existe una distancia o distorsión entre el discurso de los DDHH y la concreción efectiva en las prácticas cotidianas. Estas áreas de acción crean espacios que comprometen la opinión pública y genera condiciones para ingresar en la agenda política. Las mismas se delimitan a la ciudad de Córdoba, y están coordinadas por expertos que conforman el Comité Científico del Observatorio.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)